lunes, 15 de diciembre de 2014

Ojos en unas piernas de mujer - José Luis Alvite - (Diario 16)

Ojos en unas piernas de mujer - José Luis Alvite - (Diario 16)

El sexo no vale la pena, muchacho, si al terminar en la cama sólo te preocupa buscar un sitio en el que escupir los pelos. Lo de Mónica Lewinsky con Clinton no fue exactamente un prodigio sexual, sino una degustacion, un arrebato , simple gula .Probablemente la consecuencia más placentera obtenida por la becaria de la Casa Blanca haya sido la especulación editorial .A Bill le salvó que su esposa es un ser objetivo y profesional que sabe que entre el presidente y la becaria lo único que hubo fueron unos pocos bocados a hurtadillas y que el asunto careció de alicientes emocionales .Bill tenía que soltar presión y se limitó a sustituir el squash por unas cuantas felaciones.No se trato' de una relación mental sino de un problema de cañerías. De una sexualidad así a menudo lo único que queda son unas cuantas manchas , un pasajero escozor y un problema de conciencia cuya superación no necesita un sacerdote sino un bar. Hay una vida sexual superior que excede de lo puramente carnal y compromete nuestros sentimientos. Unas cuantas personas tienen acceso a esa exquisita sexualidad en la que además del cuerpo intervienen la música, el lenguaje, la pintura, una sexualidad en la que el placer se obtiene al margen de la hidráulica.  Conocí mujeres en quienes surtia más efecto un poema de Lorca que dos martinis bien secos.No se trata de casos aislados .La mujer es especialmente receptiva a los mensajes sensibles, a las emociones superiores , al arte , lo cual explica que sea sobre todo femenino el público de películas como "Carrington" y mayoritariamente masculino el patio de butacas cuando lo que se ofrece es "Rambo".Ellas reaccionan a la poesía , al paisaje, a la luz, a la melodía; Los hombres son más proclives a la excitacion del carro de combate y del fusil de asalto.La mayoría de las mujeres que conozco se conmueven con la voz de Antonio Gala ; sus parejas , con las declaraciones de Manglano.Entre Dora Carrigton y José. Luis Corcuera hay la misma distancia que entre un abanico y un Cetme. Cada día creo menos en las zonas erogenas de las mujeres .No sucumben por frotacion , como dijeron nuestros padres .La estimulación por rozamiento queda para nosotros , simples bestias cuya sexualidad obedece a los mismos impulsos calóricos que la soldadura autógena .Donde más efecto le hacen a la mujer las manos de un hombre es en el teclado de un piano.A menudo se paralizan si les pones la mano encima antes de tiempo. Lo que esperan de ti es que tus labios les den una buena excusa para dejarse llevar. Y una buena excusa puede ser un nocturno de Chopin, algo de Lorca o simplemente , ese patético rostro de Van Gogh en el que mismo parece que acabase de mear Dios. En no pocos casos , con eso es suficiente. Ni siquiera te necesitan .Puede ocurrir incluso que sólo esperen que sigas a su lado para ayudarles a buscar las medias, sólo para eso.Ellas lo hacen todo.Son completas .Alcanzan la plenitud por sí mismas , recordando un texto , reconstruyendo en la cama con su tacto las facciones de un busto o, sencillamente , creyendo que el idiota hay a su lado sería capaz de estarse quieto mientras ella revienta por dentro y cruza las piernas para atrapar entre ellas el hermoso dolor de vientre que se les pone cada vez que sintieron la inenarrable sensación de estar a punto de orinar los obstétricos ojos homosexuales de Oscar Wilde.

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